Desde que Sara Dobarro, presidenta de esta asociación, se hizo zaragozana de adopción hace ya más de diez años, una de sus máximas ha sido potenciar el capital humano y empresarial que podían aportar los gallegos a esta tierra.
Nuestra sociedad, inmersa en la globalización, necesita internacionalizar su mercado para salir adelante. Esta situación y el apoyo moral que Sara ha recibido por parte de los presidentes de asociaciones de gallegos de todo el mundo han supuesto el impulso definitivo para la creación de este colectivo.
Desde sus comienzos cuenta con el apoyo del Instituto Gallego de Promoción Económica (IGAPE), organismo que pertenece a la Xunta de Galicia.