San Xoán, solsticio de verano, la noche más corta del año y sin embargo, por la intensidad con la que se vive una de las más largas y máxime en esta ocasión que desembocó en día festivo. Rituales, magia y diversión (con actividades lúdicas previas y de animación durante la noche incluidas) se dieron la mano en torno a las numerosas hogueras que se encendieron a medianoche en toda la comarca. Solo en la ciudad del Lérez fueron más de 120 las convocatorias -18 en el casco urbano, 20 en la parroquia de Marcón, 5 en la de Canicouva, 8 en Bora, 3 en Cerponzóns, 7 en Lérez, 10 en Lourizán, 15 en Mourente, 2 en Pontesampaio, 10 en Salcedo, 4 en Verducido, 3 en Santa María de Xeve y 4 en Santo André de Xeve- que reunieron a vecinos, familias y amigos en torno al fuego pero también en torno a una rica "sardiñada", un apetecible churrasco, chorizos... y vino.
El fuego purificador que aleja los "malos espíritus" y abre la puerta a la fortuna encandiló a pequeños y mayores y animó a los más valientes a saltar las hogueras o en su defecto pequeñas luminarias encendidas para tal fin.
Mientras los pontevedreses se divertían en torno al fuego y la magia de la noche de San Xoán 28 personas (dieciséis bomberos y doce voluntarios de Protección Civil) velaban por la seguridad de todos.
Escenas idénticas se vivieron en la comarca, destacando por su poder de convocatoria las hogueras de Poio -San Xoán está en plenas fiestas patronales- que tuvieron en A Seca su epicentro. Marín, Ponte Caldelas o Vilaboa también festejaron la noche mágica. La asociación Ronsel recogió hierbas en O Sartal.
Fuente: Faro de Vigo
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